viernes, 7 de noviembre de 2014

Al alcance de todos



Debía comenzar una dieta alimenticia, fundamentalmente, rica en viandas, vegetales verdes y blancos y pollo, tenía el ácido úrico muy alto. Un amigo me aconsejó comprara en un agro que estaba surtido de hortalizas y vegetales frescos que venían directamente de una cooperativa; pero como no podía ir personalmente por el reposo de mi querida e imprescindible rodilla, no reparé en el consejo.
   Me mejoré y pude un día, de vuelta de mi fisioterapia, dirigirme a comprar algunos vegetales.
   Mi amigo tenía razón, viandas, hortalizas y vegetales frescos y con calidad. Me dispuse a comprar un mazo de acelgas. Leo en la tablilla el precio: seis pesos. Los mazos traían dos acelgas grandes y en ocasiones tres chiquitas.
   Teniendo en cuenta que los vegetales se deben consumir frescos, que se marchitan muy rápido y que para mí eran demasiados me dispuse a hablar con el vendedor para que me dividiera el mazo de dos acelgas y compararía solo una por tres pesos.